El origen de tus alimentos sí importa👍🏻 La realidad de los productores
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Trabajar directamente con los productores de Oaxaca es una de las partes más importantes y que más nos gustan en Früvethy, les compartimos de lo que nos ha llevado este camino.
¿Cómo inició todo esto?
Cuando estudié la carrera de Ingeniería en Alimentos nos enfocabamos en entender y desarrollar proyectos o productos desde el momento en que la materia prima llegaba a la fábrica, a partir de ahí era cuando, como ingenieras, entrábamos en acción. Para mí siempre fue increíble cómo podíamos desarrollar infinidad de productos partiendo de los mismos ingredientes. Con harina, huevos y leche puedes hacer pasteles, muffins, crepas pastas, la imaginación es el límite. Pero había algo que hacía falta en todo este proceso que es la industria alimentaria y que con el tiempo trabajando para ésta me fui cuestionando y acercando poco a poco.
¿Cómo llegaron estos productos a la fábrica? ¿Quién los llevaba? ¿Cada cuánto? , fueron algunas de las interrogantes que me fui haciendo y con el paso del tiempo fui averiguando. Fue un descubrimiento agridulce, siendo sincera, y habiendo crecido en una ciudad, la vida en el campo no es algo con lo que estuviera muy familiarizada. Uno está acostumbrado a ir al supermercado o mercados a adquirir productos, estamos habituados a ver las frutas que nos gustan todo el año y es lo que, de alguna forma, consideramos normal.
La realidad de los productores
Cuando recién empezamos Früvethy por ahí del año 2017, uno de los principales retos fue encontrar proveeduría para los productos que queríamos fabricar. Al principio íbamos con nuestra marchanta de confianza a comprarlos. Comprábamos una caja de fresa, un huacal de mango o de plátano, y hasta ahí todo bien. Pero como buenas curiosas, le preguntábamos de dónde venían tales o cuales frutas y bueno la sorpresa fue que la mayoría no eran de Oaxaca, y no porque en el estado no se produjeran sino porque batallaban encontrando productores directos que les surtieran. Con esa idea nos quedamos en la mente.
Y así fue como empezamos a ir a mercaditos de productores locales, ahí fue dónde encontramos a los primeros productores de manzana, después de fresa, con el paso del tiempo la voz se corrió sobre lo que estábamos empezando a hacer y eran los productores los que se acercaban con nosotras a ofrecernos las frutas de temporada. Con muchos tenemos una relación desde ese año hasta ahora, cada inicio de cosecha vamos a las comunidades donde cultivan y fue en estos viajes, dónde realmente empezamos a tener respuestas de lo que años atrás nos cuestionábamos.
Conocer las historias y vivencias de los productores nos hizo tener mayor conciencia y respeto por todo el trabajo que había detrás de los cultivos.
Cosechar una manzana es el resultado de un año de ciudados, un año en dónde muchos productores invierten sin tener la garantía si habrá quién les compre el cultivo y a expectativa del mercado. Es duro y es el trabajo de muchas generaciones, representan los sueños y esfuerzo que han pasado de una familia a otra. Es una herencia a veces intangible para muchos de ellos.
La realidad que muchos productores en el campo viven, es dura. Esto es porque muchos no cuentan con los recursos, contactos o alcance para poder comercializar sus productos de forma directa, dependen de intermediarios. Muchos de estos les pagan muy pocos por sus cultivos, para muchos a veces les es más redituable vender huacales de madera que sus propios cultivos. La edad promedio de quienes trabajan en el campo es de 65 años, los jóvenes no ven al campo como una fuente de ingresos, prefieren emigrar. Esta es la realidad del campo en México y de quienes producen los alimentos que todos consumimos.
Entendiendo esto, fue que tomamos la decisión de buscar trabajar de forma directa con los productores, respetando los ciclos de cosecha, pagando justamente por las frutas y verduras. Esto nos ha beneficiado a los dos, a ellos por tener un pago seguro por sus cultivos y a nosotros por tener las mejores frutas para nuestros productos.
Para terminar.....
En cada uno de los productos resaltamos el origen, porque el origen sí importa, porque representa el esfuerzo, las tradiciones y el cuidado que muchas personas ponen en sus cultivos, transparentar esto es respetar el trabajo que ellos hacen.
Ahora ya lo sabes, cada vez que compras los productos Fruvethy formas parte de la creación de un México más justo.
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Conoce a Nina Alias "Hermana 1"
Ingeniera en Alimentos y apasionada por la liofilización. Muchas vueltas de la vida hicieron que se interesara en este proceso y junto con Estefanía Alias "Hermana 2" fundó Früvethy. Donde hacemos los liofilizados más cool.
